La propiedad intelectuales la base sobre la cual se construyen ecosistemas sólidos de innovación en salud. Proteger las ideas no solo resguarda el conocimiento, sino que permite que las soluciones crezcan, se escalen y se integren a redes globales. En un entorno donde los desafíos sanitarios son cada vez más complejos, la gestión estratégica de la propiedad intelectual se convierte en una herramienta clave para garantizar que las innovaciones generadas en América Latina puedan trascender fronteras y generar impacto real en los sistemas de salud y en la vida de las personas.
En este contexto,Latam Health Champions (LHC)es la iniciativa impulsada por FIFARMA e INNOS que conecta a los innovadores de la región con las oportunidades necesarias para escalar sus soluciones y fortalecer la creación de ecosistemas dinámicos y sostenibles.
El próximo 11 de septiembre se llevará a cabo el lanzamiento oficial de Latam Health Champions 2026, una convocatoria regional que busca identificar, visibilizar y acompañar las soluciones más prometedoras en salud. En esta edición, la propiedad intelectual se consolida como el eje estratégico para proteger el conocimiento, fortalecer los ecosistemas de innovación y llevar las ideas más lejos.
Latam Health Champions 2026 está dirigida a startups, PYMEs/SMEs, universidades, centros de investigación, industrias farmacéuticas y actores del ecosistema de innovación en salud que cuenten con soluciones innovadoras y con una estrategia clara de propiedad intelectual. La convocatoria se enfoca en impulsar proyectos que combinen ciencia, tecnología y creatividad para generar un impacto sostenible en la sociedad y los sistemas de salud de la región.
El comité evaluará las propuestas con base en cuatro criterios principales: el grado de innovación del producto, servicio o modelo; la gestión de la propiedad intelectual y su estrategia de protección; el nivel de madurez hacia el mercado; y el impacto potencial o real de la solución en las comunidades. Los proyectos seleccionados no solo recibirán mentorías especializadas, sino que también accederán a espacios de visibilidad, networking y conexión con el ecosistema global de innovación.
En sus dos ediciones anteriores, Latam Health Champions ha consolidado una comunidad basada en un ecosistema dinámico y ha visibilizado proyectos con impacto real. Más de 230 soluciones se han postulado, representando a 11 países de la región. En total, 11 iniciativas ganadoras han sido seleccionadas por su potencial de transformar la salud, combinando ciencia, tecnología, creatividad y propiedad intelectual. Además, los ganadores de 2024 y 2025 participaron en la Misión Boston, una experiencia única donde visitaron instituciones de referencia global como MIT, Harvard y Broad Institute, y conectaron con líderes internacionales y potenciales aliados estratégicos.
Ser parte de LHC 2026 significa acceder a visibilidad regional y global a través de informes, medios y plataformas digitales, participar en mentorías personalizadas sobre propiedad intelectual y escalamiento, y establecer conexiones con redes internacionales que pueden abrir nuevas oportunidades para hacer crecer cada proyecto. La convocatoria es también una puerta de entrada para interactuar con uno de los ecosistemas de innovación en salud más importantes del mundo.
Con esta nueva edición, Latam Health Champions reafirma su compromiso con la innovación responsable y sostenible, promoviendo un entorno donde las ideas se protegen, las soluciones crecen y el talento de América Latina se conecta con el mundo. Las postulaciones estarán abiertas desde el 11 de septiembre de 2025 hasta el 16 de febrero de 2026. Si tienes una solución que puede transformar la salud, esta es tu oportunidad de llevarla al siguiente nivel.
Entender los desafíos actuales y proyectar las respuestas futuras.
Las transformaciones tecnológicas y las nuevas herramientas digitales constituyen, al mismo tiempo, recursos muy valiosos para fortalecer la atención en salud y, un gran reto para el talento humano en todas las áreas del conocimiento y la industria.
Por ello, han surgido nuevos modelos pedagógicos se están enriqueciendo a partir de estas nuevas tecnologías. Su integración fluida y armónica plantea el reto, por una parte, de adquirir competencias para interactuar de forma más integrada y eficaz con las herramientas disponibles y en constante evolución, y, por otra parte, un panorama novedoso que abre posibilidades hasta ahora ilimitadas, para avanzar en la formación técnica y profesional en todas las áreas, ampliando el acceso y la calidad de la educación.
Instancias globales como el Foro Económico Mundial, que desarrolló en 2020 una nueva plataforma denominada Reskilling Revolution, cuyo objetivo es brindar mejor educación, nuevas habilidades y mejor trabajo a mil millones de personas en todo el mundo para 2030; han abordado estos desafíos para enfocar esfuerzos y recursos en la renovación de capacidades, técnicas y conocimientos necesarios para lograr su uso adecuado y pertinente.
Para analizar el contexto actual y profundizar en la comprensión de los próximos escenarios, dialogamos con el Dr. Luis Carlos Ortiz Monsalve, experto colombiano en formación del talento humano en salud, quien nos explica que la IA y las tecnologías emergentes están transformando la formación, pero al mismo tiempo, que existe preocupación por su impacto en la humanización de la atención. “El reto es hacer que la tecnología apoye, no reemplace, la interacción humana”. Las innovaciones en la formación del talento humano en salud no solo abarcan las nuevas tecnologías, sino que enfrentan tensiones en los modelos pedagógicos. Una de estas tensiones es la que se plantean en las facultades de la salud, con respecto al contacto temprano de estudiantes con pacientes vs. las simulaciones clínicas para proteger derechos y seguridad.
Coincide en este análisis el Dr. Hugo Cárdenas López, decano de la Escuela Colombiana de Medicina, Universidad El Bosque; quien precisa que la incorporación de nuevas tecnologías implica la formación de los profesionales de la salud no solamente en su utilización, como usuarios finales de una herramienta o de un dispositivo, sino que sean participantes directos de la creación de las nuevas tecnologías, en su programación y en el diseño de procesos y procedimientos relacionados con su campo específico. Esto incluye la simulación clínica, como herramienta central en todos los procesos de educación en salud.
Sin lugar a dudas, este llamado abarca también a la fuerza laboral, profesional, técnica, auxiliar y especializada del campo de la salud. Las innovaciones tecnológicas exigen que los conocimientos del personal sanitario también avancen para conseguir el máximo provecho de las herramientas novedosas que, cada vez más, están disponibles, en múltiples áreas y especialidades médicas.
En este episodio del podcast Territorios de Innovación en Salud, hacemos una reflexión sobre el impacto actual y futuro de la incorporación de nuevas tecnologías a la atención sanitaria, en todos los niveles y desde el proceso mismo de formación. Acompáñanos a escuchar sus interesantes aportes que aportan pautas valiosas para los próximos años y para las entidades formadoras de quienes se dedican al cuidado de la salud en nuestro país y en el mundo. Encuentra nuestro podcast en este enlace.
En el marco del 31° Congreso Institucional de Investigación de la Universidad El Bosque, celebrado durante el Festival CTeI Reconocernos 2025, el Lab IAx abrió un espacio para reflexionar sobre el papel que juegan los datos, la inteligencia artificial y la genómica en la transformación de la investigación clínica. La charla, titulada “AWS Genómica e Inteligencia Artificial: nuevas fronteras de la investigación clínica”, estuvo a cargo de Gustavo Martínez Casanova, Healthcare Specialist for LATAM en Amazon Web Services (AWS), y reunió a grupos de ciencias de la salud y áreas clínicas de la Universidad.
La conversación abordó un desafío urgente: ¿cómo aprovechar la información que generamos para impulsar modelos de salud más precisos, eficientes y equitativos? Según Martínez, el paciente del futuro no puede ser un receptor pasivo, sino protagonista activo de su cuidado. Sin embargo, los altos costos, la fragmentación de los sistemas y la repetición innecesaria de exámenes siguen limitando la sostenibilidad de los modelos actuales. A esto se suma una brecha crítica en los datos genómico, ya que, la mayoría proviene de Europa y Estados Unidos, lo que subraya la necesidad de generar datos propios que respondan a las realidades sociales, ambientales y genéticas de América Latina.
El panel introdujo también el concepto de medicina profunda (deep medicine), que exige integrar múltiples capas de información —biológica, clínica, tecnológica y social— para ofrecer un abordaje más personalizado y predictivo. Esta transición enfrenta tres grandes retos:
Interoperabilidad real para conectar datos hoy atrapados en silos.
Seguridad robusta que garantice la protección de la información y el cumplimiento normativo.
Acceso equitativo para que la innovación tecnológica no amplíe las brechas en salud.
Las plataformas de AWS, como HealthLake y Omics, abren nuevas posibilidades para analizar datos genómicos a gran escala, descentralizar ensayos clínicos y acelerar el desarrollo de medicamentos. Sin embargo, la tecnología por sí sola no es suficiente, se requiere un marco de colaboración interdisciplinaria entre médicos, ingenieros, bioinformáticos, reguladores y líderes del sistema de salud para convertir los datos en conocimiento accionable.
La inteligencia artificial (IA) aparece como un habilitador clave para el futuro de la investigación clínica. Desde la interpretación de imágenes médicas hasta la generación automatizada de reportes, la IA y el aprendizaje automático permiten ganar precisión, eficiencia y escalabilidad. No obstante, el avance trae consigo desafíos éticos y regulatorios, como la protección de datos sensibles, la ciberseguridad —en un panorama donde los ciberataques al sector salud aumentaron un 60% interanual a nivel global— y la necesidad de marcos normativos claros, como el Habeas Data en Colombia.
Para INNOS, estos espacios son esenciales para impulsar la conversación pública sobre el ecosistema de innovación en salud y traducirla en impacto real. Nuestro propósito es producir conocimiento que incida en las políticas públicas y crear encuentros que conecten a la academia, la industria, el gobierno y la sociedad civil. La charla evidenció que la convergencia entre inteligencia artificial, genómica y datos transforma la investigación científica y abre nuevas oportunidades para garantizar un acceso equitativo a la salud, avanzar hacia una prevención más personalizada y fortalecer la sostenibilidad de los sistemas de atención en Colombia y América Latina.
La salud del futuro no se construye únicamente con tecnología, sino con la capacidad de convertir datos en decisiones y decisiones en equidad. El reto está en transformar la información en impacto real, generando sistemas más humanos, eficientes y sostenibles.
Como lo hemos anunciado reiteradamente desde INNOS, el gobierno ha venido construyendo su “plan B” para reformar el sistema de salud. Ante las reiteradas dificultades para que sus proyectos de reforma estructural tengan éxito en el Congreso, la opción que tiene a su alcance es la vía de los decretos y resoluciones.
En este caso el Ministerio de Salud y Protección Social avanzó en el que puede ser uno de los pilares de la reforma: la definición y puesta en marcha del anunciado Modelo de Salud Preventivo, Predictivo y Resolutivo, que está en el Artículo 4 del proyecto de Ley 410 Senado, recientemente presentado con ponencia positiva para tercer debate en comisión 7ª.
El Decreto 0858, expedido el 30 de julio de 2025, establece oficialmente el Modelo de Salud llevándolo a convertirse en una política pública con fuerza normativa. Esta se articula y se justifica, además, con la Ley 2294 del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026. Así mismo, el decreto se fundamenta en varias leyes como la 1438 de 2011 y la Ley Estatutaria 1751 de 2015, entre otras.
El nuevo decreto entra a derogar en parte el Decreto único del sector salud, es decir, el Decreto 780 de 2016, mediante la reorientación del sistema de salud colombiano hacia el enfoque centrado en la prevención y la atención primaria. Será aplicable a todos los actores del sistema, incluyendo los que hacen parte de regímenes especiales y exceptuados y a las Administradoras de Riesgos Laborales, en lo concerniente a acciones de prevención y promoción de la salud.
Los cambios que introduce el decreto:
La adopción e implementación del Modelo de atención primaria, preventivo y territorial: Se adopta un esquema enfocado en la atención primaria en salud (APS), con énfasis en promoción y prevención en la comunidad. El decreto ordena la territorialización del sistema: las autoridades departamentales, distritales y municipales asumen un rol protagónico en la planificación y coordinación de la prestación de servicios en sus regiones. En cada territorio se crearán Redes Integrales e Integradas Territoriales de Salud (RIITS), conformadas por prestadores públicos, privados y mixtos, que articularán los distintos niveles de atención para garantizar continuidad, calidad y equidad en los servicios. Estas redes tendrán un nivel primario (incluye hospitales e IPS de primer nivel, profesionales independientes, sistemas de transporte de pacientes y los nuevos Centros de Atención Primaria en Salud, CAPS) y un nivel complementario (servicios de mediana y alta complejidad, articulados a nivel regional y nacional cuando se requiera). En particular, el decreto impulsa la creación de CAPS en todo el país: todas las instituciones prestadoras (públicas y privadas) deberán organizarse progresivamente como centros de atención primaria que actúen como puerta de entrada obligatoria al sistema. Esto busca acercar la oferta de servicios básicos a la comunidad y resolver la mayoría de las necesidades en el primer nivel antes de remitir a niveles superiores.
Este modelo de atención se sustenta en tres pilares, que son sus características más relevantes:
– Preventivo: Se prioriza la promoción de la salud y la prevención de enfermedades mediante intervenciones anticipadas y territoriales.
– Predictivo: Se utilizarán datos históricos y análisis de información en salud para anticipar necesidades, identificar patrones y reorganizar servicios.
– Resolutivo: Se busca que el sistema responda de forma integral, efectiva y continua a las necesidades de salud, evitando derivaciones innecesarias y garantizando continuidad.
¿Qué cambios implica el nuevo modelo en el sistema?
El decreto redefine profundamente sus funciones dentro del sistema. Las EPS dejan de ser intermediarias financieras; es decir, pierden la administración del recurso económico de la salud. La ADRES (Administradora de los Recursos del Sistema) pasa a encargarse exclusivamente de la gestión financiera, centralizando los pagos a prestadores, la auditoría de cuentas y la administración de fondos públicos de salud
La operación del modelo preventivo, predictivo y resolutivo estará a cargo de los Equipos de Salud Territorial (EST), compuestos por profesionales y técnicos del sector, que estarán directamente en contacto con las comunidades, aplicando los postulados de la APS, con el fin de anticipar la ocurrencia de las enfermedades. El modelo se desarrollará mediante la conformación de regiones y subregiones de salud, que será definida por el Ministerio en un plazo de 6 meses. En estas regiones y subregiones operarán las Redes Integrales e Integradas de Salud.
El proceso de autorización para niveles superiores cambia: ahora la Superintendencia Nacional de Salud intervendrá como garante central de la referencia, de modo que el acceso a servicios especializados de alta complejidad “dependerá de autorización directa y centralizada” a través de la Superintendencia, según lo interpretado del decreto
La dirección del modelo tendrá, según lo plantea el Decreto, una gobernanza multinivel con mayores niveles de participación ciudadana. Para ello, el Ministerio de Salud será la cabeza a nivel nacional, junto con la Comisión Intersectorial de Salud Pública, mientras las entidades territoriales tendrán un rol activo en su implementación, con el acompañamiento de los Consejos Territoriales de Seguridad Social en Salud y Comités de Participación Comunitaria (COPACOS).
El modelo se financiará con recursos públicos: principalmente los manejados por la ADRES, junto con partidas del Sistema General de Participaciones (recursos que la Nación gira a entes territoriales para salud pública y prestación de servicios no POS), el Presupuesto General de la Nación, eventuales regalías y cooperación internacional, sin crear nuevas fuentes de ingresos por ahora[27][28]. La ADRES asume el rol de “pagador único”a todos los prestadores
El decreto incluye una sección sobre trabajo digno y decente para el talento humano en salud. Define allí procesos de formalización laboral, gestión y formación integral del THS, estandarización del listado de ocupaciones del sector y prevención de violencias contra el personal de salud.
Este nuevo dispone un periodo de transición de un año, dejando, para que las ET, EPS, IPS, autoridades locales y actores comunitarios se preparen para su implementación. En este plazo se deben constituir los Equipos de Salud Territorial y al tiempo, se deberán fortalecer las capacidades locales para asumir el nuevo enfoque. Esto constituye un gran reto para todo el sistema de salud, más aún si tenemos en cuenta el contexto de crisis que se vive día a día, desde hace ya varios meses.
El gobierno toma riesgos con esta decisión.
Como era de esperarse, no ha sido bien recibido este decreto por todos los actores del sistema de salud. Muchos ven en este tipo de normas una intención de pasar por encima del Congreso, que es la institución que debería debatir a fondo una reforma al sistema de salud. Incluso algunos afirman que este decreto carece de legitimidad, justamente porque excede las competencias normativas del ejecutivo.
Técnicamente, es una apuesta de alto riesgo cuyo éxito del modelo dependerá de múltiples factores como la coordinación entre niveles de gobierno, la participación comunitaria real y efectiva y, desde luego, la disponibilidad de recursos humanos y financieros tan comprometidos en la actual crisis.
Según ha anunciado el propio gobierno, este decreto no significa que vaya a retirar el proyecto de Ley 410 que está próximo a continuar su trámite en el Senado. Para algunos analistas y gremios de la salud, lo que ha hecho el Ministerio es una extralimitación de sus funciones, quitándole al Congreso su potestad legislativa.
Muchos aspectos del decreto se consideran controversiales y preocupantes. Por ejemplo, implica un trabajo de coordinación vertical y horizontal que es muy exigente para todos los implicados. Entre ellos, las EPS, quienes deben ahora asumir un rol de articuladores con las Redes Integradas e Integrales, los centros de atención primaria, las Empresas Sociales del Estado, las Entidades Territoriales y las diversas instancias de participación ciudadana.
En medio de la crisis más profunda que ha tenido el sistema durante los últimos años, existe el riesgo de profundizar aún más esta situación, sin que sean claras las fuentes de financiación del nuevo modelo, así como de los Equipos Territoriales y de las mismas instancias de gobernanza que propone. Mientras tanto, persisten las dudas sobre la suficiencia de la UPC y sobre lo que va a ocurrir con los atrasos en los pagos a prestadores de servicios, proveedores, gestores farmacéuticos y profesionales del sector.
Se han anunciado demandas por parte de ACEMI a este nuevo decreto, por considerarlo ilegal e inconstitucional. Así mismo otros sectores han reaccionado en rechazo al decreto y han reiterado la necesidad de crear consensos para avanzar en la resolución de los problemas sectoriales. La ANDI ha expresado sus preocupaciones porque considera que el decreto puede conducir a un “inmenso desorden” en el sistema de salud. Ha cuestionado al gobierno porque considera que no ha previsto las consecuencias financieras y operativas de su implementación. Otros sectores políticos han señalado los riesgos jurídicos de esta vía. El exministro de Hacienda José Manuel Restrepo destacó que el decreto modifica aspectos que son materia de ley (Ley 100 de 1993 y Ley Estatutaria 1751 de 2015), lo cual vulnera la jerarquía normativa y genera gran incertidumbre legal.
Para hospitales y clínicas tampoco hay suficiente claridad en lo que implica para la red de prestadores de servicios, que tendrán que asumir procesos de reorganización en medio de la crisis. La mayor debilidad de estas instituciones está en las zonas rurales, donde escasean los recursos y donde existen mayores necesidades de la población.
La asociación de Pacientes Colombia también ha rechazado el decreto 0858 por considerar que va a profundizar la crisis del sistema, al crear una norma de espaldas al Congreso y sin los apoyos y consensos que requiere. Alertan sobre la politización de la salud y sobre el riesgo en la integralidad de la atención. De igual manera han puesto como ejemplo las problemáticas actuales del sistema de atención del Fomag y de la situación que tienen las EPS intervenidas por el gobierno, donde tampoco se han resuelto los problemas de capacidad logística y de desabastecimiento de medicamentos e insumos.
Analistas en salud pública y académicos han aportado visiones técnicas sobre el Decreto 0858, en su mayoría señalando dudas serias sobre su viabilidad y posibles efectos no deseados. El investigador Andrés Vecino, experto en sistemas de salud de la Universidad Johns Hopkins, resume el decreto como “30 páginas con mucho contenido que, aunque suena bien, es irrelevante en algunos aspectos y dañino en otros”[63]. Según Vecino, más allá del discurso de mejorar el modelo, “de fondo este decreto trata sobre el uso de los recursos de la salud”, transfiriendo su control al Estado, pero “se implementa sin condiciones institucionales, técnicas ni fiscales suficientes para sostenerlo”
El decreto genera también reacciones políticas de los partidos de oposición que lo rechazan totalmente y consideran que es parte de una estrategia del gobierno anticipando el archivo del PL 410 en la comisión séptima del Senado, donde no tiene mayoría.
Retos para su implementación real.
Retos legales y gobernanza: Existe una alta probabilidad de judicialización del decreto. Actores con legitimidad (congresistas, gremios) ya anunciaron demandas de nulidad e inconstitucionalidad. Si los tribunales aceptan esas demandas, podrían suspender provisionalmente partes del decreto en pocos meses. Incluso si no ocurre de inmediato, la sombra de una posible caída jurídica genera incertidumbre en los implementadores locales
Disponibilidad presupuestal inmediata: Aunque el decreto menciona fuentes de recursos existentes, en la práctica la implementación requiere inversión inicial: montar CAPS implica adecuar instalaciones, dotarlas de equipos médicos y personal; formalizar trabajadores implicará costos laborales adicionales (prestaciones, estabilidad); fortalecer hospitales demanda dinero para infraestructura y saldar deudas para que queden operativos.
Capacidades operativas en territorio: Un pilar del decreto es delegar en departamentos y municipios la gestión de redes integradas. Sin embargo, la capacidad técnica y administrativa de las secretarías de salud territoriales es muy desigual en Colombia. Las grandes ciudades cuentan con experiencia en redes integradas (sus redes públicas de hospitales y centros de salud) y podrían avanzar con relativa rapidez en la creación de CAPS y coordinación con clínicas privadas. Pero muchos departamentos más pequeños y municipios rurales carecen de personal técnico suficiente, sistemas de información robustos o siquiera un hospital adecuado de primer nivel.
Tiempo y transición electoral: El Gobierno dispone, en la práctica, de menos de un año para mostrar avances significativos antes de finalizar su mandato en agosto de 2026. En realidad, la ventana es aún más corta: desde finales de enero de 2026 entrará en vigor la Ley de Garantías Electorales previa a los comicios presidenciales, que limita la celebración de contratos y nuevas inversiones con recursos públicos.
Coexistencia con el sistema actual durante la transición: Mientras el decreto se implementa progresivamente, el sistema de salud seguirá operando bajo las reglas vigentes en muchos aspectos.
Con el debate a punto de comenzar y ad-portas de iniciar el último año del periodo presidencial, es una apuesta arriesgada del gobierno, que insiste en su empeño de reformar el sistema de salud, sin construir una propuesta consensuada y, en gran medida, de espaldas a los actores del sistema quienes observan cómo se deterioran las condiciones de operación día tras día, sin obtener respuestas efectivas de parte de las autoridades.
El presidente Gustavo Petro, en su discurso ante el Congreso de Colombia el 20 de julio pasado, se refirió a muchos temas que serán claves en su último año de gobierno. Desde luego, uno de los que más atención y repercusiones ha tenido es el de la salud y la reforma, que está próxima a continuar su discusión, ahora en el Senado de la República.
Revisamos los principales pronunciamientos del presidente sobre la reforma al sistema de salud y la visión que tiene, de lo que será este nuevo debate en el legislativo.
Como era de esperarse, el presidente Petro dedicó una parte sustancial de su discurso a defender y explicar los avances y fundamentos de la reforma al sistema de salud, destacando los siguientes puntos clave:
Reconoció que el sistema de salud basado en la Ley 100 (vigente desde 1993) tuvo mejoras en sus primeras décadas, pero que, según su opinión, lleva más de diez años estancado.
Señaló nuevamente a las EPS, afirmando que durante estos años han venido acumulando múltiples deudas con las IPS, y que muchas de estas instituciones han colapsado por la mora en los pagos. También dijo que las EPS han entrado en crisis por operar como intermediarias financieras más que como entidades de salud.
Defendió sus propuestas de un sistema preventivo de salud y lo que ha sido hasta ahora, su implementación mediante decretos. Si bien este es un eje central de la propuesta de reforma, aún en discusión, el presidente insiste en que la atención primaria y el sistema preventivo, predictivo y resolutivo, deben ser el énfasis del sistema de salud, especialmente en las zonas más pobres y apartadas.
En este mismo sentido, Petro presentó cifras que, según él, demuestran el éxito de las reformas parciales lideradas desde el Ministerio:
Mortalidad infantil por desnutrición:
De 8.300 muertes en 2022 a 5.800 en 2024.
Mortalidad de menores de un año:
De 6.689 muertes en 2022 a 4.615 en 2024.
Mortalidad perinatal (bebés en el vientre o recién nacidos):
De 9.010 en 2022 a 6.124 en 2024.
Mortalidad materna:
De 141 casos en 2022 a 85 en 2025.
Mortalidad prematura por enfermedades crónicas (adultos entre 30 y 70 años): Disminución del 12,72% entre 2022 y 2024.
Todo lo anterior le permitió insistir nuevamente en la necesidad de la reforma que ha presentado reiteradamente desde el inicio de su gobierno y que, hasta ahora, no ha logrado las mayorías ni el consenso necesarios para su aprobación. Su argumentación en este discurso se enfocó en algunos puntos:
Volvió a criticar el sistema actual, que calificó de curativo y enfocado en la enfermedad.
Enfatizó su visión de la salud como un derecho universal y no una mercancía sometida a las fuerzas del mercado.
Aseguró que el sistema actual no atiende adecuadamente a las mujeres embarazadas ni a los niños, lo que genera, según él y los datos que presentó, muertes evitables.
Finalmente, el presidente le hizo un nuevo llamado al Congreso de la República, para que avance y logre la aprobación del proyecto de reforma (PL 410 Senado), para poder extender el sistema preventivo al 100% del país.
Algunas de las reacciones que produjo el discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, sobre el tema de salud, muestran que no hay consensos actualmente en el país sobre el rumbo del sistema de salud y que, por el contrario, persisten las dudas y la incertidumbre sobre el presente y el futuro de la atención sanitaria.
Algunos de los aliados del gobierno, hicieron eco de las cifras que presentó el presidente en cuanto a los impactos del modelo preventivo que está operando actualmente. De esta forma, los partidarios de su propuesta defienden la necesidad de una reforma estructural al sistema de salud, señalando que el modelo actual basado en EPS está colapsado.
Otros sectores criticaron con severidad las palabras del presidente, acusándolo de “burlarse de los colombianos” al minimizar la crisis de insulina y la escasez de medicamentos esenciales.
La oposición señaló que hay una deuda de 4 billones de pesos con los gestores farmacéuticos, lo que ha generado escasez de al menos 12 de estos medicamentos urgentes para una gran cantidad de población.
Las críticas también lo responsabilizan por la crisis actual del sistema y por su “obsesión” por destruirlo. Argumentan que el sistema creado en 1993, con problemáticas e imperfecciones funcionaba y prestaba un buen servicio.
Ha sido muy comentada la intervención de la Representante Lina Garrido quien calificó el discurso de “vergonzoso” y acusó al presidente de no escuchar a la oposición.
De otra parte, la Representante Jennifer Pedraza enfocó sus criticas en que el presidente Petro está “desconectado del país” y que ignora la violencia en regiones como el Catatumbo, Guaviare y Chocó.
Es importante subrayar que las cifras que presentó el presidente no son claras y deben ser analizadas en un contexto temporal más amplio, para poder sacar conclusiones válidas. Muchos de estos datos son provisionales y requieren un proceso de confirmación que toma más tiempo. De igual manera, otras cifras que muestran indicadores positivos en la gestión están vinculadas con políticas de más largo plazo, que iniciaron en gobiernos anteriores. Esto también fue comentado por algunos expertos en el sistema de salud.
Así mismo, es claro que el presidente evitó mencionar algunos datos de la crisis actual del sistema de salud como el crecimiento en las quejas y reclamos de los usuarios, las tutelas y el evidente colapso en la entrega de medicamentos. No obstante, el llamado de todos los actores del sector es a enfrentar sin más dilaciones las situaciones críticas y a que se generen los consensos necesarios para reorientar el sistema.
Reseña: Este informe proporciona un análisis detallado del desempeño legislativo en el sector salud, destacando tanto los logros como los retos enfrentados. Además, se examina las respuestas del Ejecutivo y las actuaciones del poder Judicial.