El gobierno presiona al congreso, ante la inminente caída de la reforma a la salud.
A pocas semanas de finalizar el 2025, el gobierno intenta jugar su última carta para evitar el derrumbe de su proyecto de reforma estructural al sistema de salud. Algunos días atrás, la Comisión Séptima del Senado había decidido no continuar con el debate de los proyectos de reforma, hasta no resolver las dudas que existen sobre la financiación del modelo de atención que ha venido impulsando el gobierno, por distintos mecanismos.
De esta manera, no habría discusión de la reforma hasta no concluir la discusión de la Ley de Financiamiento de la que dependen, en gran medida, los recursos necesarios para sufragar los nuevos gastos del modelo preventivo, predictivo y resolutivo; así como de otras disposiciones incluidas en el proyecto de Ley.
La decisión de esta Comisión implica congelar la discusión de los tres proyectos: el de archivo presentado por la oposición, que por reglamento debería debatirse y votarse en primer lugar, el proyecto del gobierno que mantiene la mayor parte de sus propuestas ya rechazadas en la legislatura pasada y el proyecto alternativo que recoge algunas ideas del gobierno, pero con diferencias.
Sin haberse resuelto de ninguna manera la apremiante crisis financiera que sufre el sistema ni la larga lista de deficiencias en la calidad y la oportunidad del servicio, el gobierno lo que ha hecho es enviarle al Congreso un mensaje de urgencia, para que la Comisión priorice la discusión de la reforma a la salud, antes que cualquier otro proyecto de Ley.
En la práctica este mensaje, legalmente, obliga a que se haga el debate del proyecto, pero de ninguna forma, garantiza que el resultado sea favorable para los intereses del gobierno. Como ya se ha explicado, existen al menos tres propuestas y de ellas, la primera que deberá decidirse mediante votación en la Comisión es la de archivo, que, en caso de ser votada mayoritariamente, dejará anuladas las demás propuestas.
Casi al mismo tiempo el Decreto 0858 del 30 de julio de este año, mediante el cual el Ministerio definió el nuevo modelo de atención, enfrenta una suspensión temporal por parte del Consejo de Estado. Lo anterior deja en un limbo su aplicación que ya estaba en curso en el país, dejando más incertidumbres en los administradores de planes de beneficios y en los prestadores de servicios de salud. Esto por no mencionar a los más afectados con toda la confusión, que son los pacientes y sus familias.
Esta decisión del Consejo de Estado se fundamenta en algo que ya se había advertido en múltiples análisis: la posible extralimitación del gobierno al intentar reformar el sistema de salud mediante un decreto, lo cual hace parte de las competencias directas del poder Legislativo y que, justamente, es lo que se debate en los proyectos de Ley que se tramitan según lo reglamentario, actualmente.
El Consejo de Estado consideró que el gobierno traspasó estos límites y que, en el Decreto introdujo modificaciones a aspectos estructurales del sistema de salud, que solo pueden ser reformados mediante una nueva Ley. Algunos de estos elementos incluidos en el decreto son :
- Cambios en las competencias de las Entidades Territoriales, con respecto a su rol en el sistema de salud, asignándoles nuevas responsabilidades e incluso funciones que estarían por fuera de lo dispuesto en las leyes vigentes.
- Cambios en las responsabilidades y competencias de las EPS, que siguen estando activas y cobijadas por la Ley 100 y demás normas en vigor. El Decreto modificaba sus funciones en temas como la contratación de IPS y la conformación de RIISS.
- Cambios a la red de prestación de servicios, que implican justamente una transformación en la gobernanza del sistema y en la dirección del aseguramiento y la prestación del servicio.
- Cambios en la operación diaria del sistema, vinculada con resoluciones adicionales que el mismo Ministerio ha emitido como la que organiza regiones funcionales (Resolución 1789 de 2025) y la conformación de equipos básicos de salud, que ha sido una de las banderas de este gobierno en los últimos 3 años.
En síntesis, la reforma clave para el gobierno en esta legislatura no ha avanzado y es casi inminente su fracaso, nuevamente, debido a la incapacidad de recoger las múltiples voces de los actores del sistema y de configurar un proyecto de ley verdaderamente concertado que se enfocara en los problemas del sistema de salud y en superar los desafíos superiores de salud pública como el aumento de la morbimortalidad por Enfermedades No Transmisibles, el Envejecimiento Poblacional, la desfinanciación acumulada por insuficiencia de recursos, la inestabilidad en la dispensación de medicamentos y el debilitamiento de las redes de atención; entre otros.
A pocos meses de finalizar el periodo presidencial actual, el llamado será para quienes aspiran a la presidencia y al Congreso, para que entiendan la magnitud de esta crisis y actúen en consecuencia, teniendo siempre claro el papel del ecosistema innovador del país y de los actores del sistema de salud; como aliados y no como opositores en la transformación que se requiere.
ampliamente demostrada y discutida, el sistema enfrenta problemas estructurales que se observan, por ejemplo, en el desabastecimiento de medicamentos generado, en la incertidumbre que han suscitado las intervenciones estatales a EPS como Sanitas, Nueva EPS y Compensar, en los permanentes anuncios de pacientes a quienes les están negando el acceso a los servicios, en el incremento de las acciones de tutela anuales que llegaron a cerca de 265.000, lo cual indica un aumento del 40% respecto a 2023; entre otros datos.
De igual manera, existe mucha preocupación por el deterioro en algunos Indicadores clave en salud pública. A continuación, presentamos un breve análisis de los datos más importantes en este sentido.
- Agresiones por animales potencialmente transmisores de rabia (APTR)
Según datos publicados por el Instituto Nacional de Salud, estos eventos presentan un aumento sostenido desde 2018, con 25 entidades territoriales mostrando semanas epidemiológicas con incremento estadísticamente significativo. En 5 departamentos hay notificación de más de 10 semanas de aumento: Santa Marta, Barranquilla, Chocó, Meta y Risaralda.
- Violencia de género e intrafamiliar
El informe del INS muestra un aumento en la notificación de casos de violencia de género, con un total de 149.069 casos, por encima del promedio histórico (124.220).
- Tos ferina
Se analiza la ocurrencia de un posible brote, debido al comportamiento elevado en la notificación de este evento, por encima de lo esperado en la semana 39.
- Alerta por incremento de casos de COVID-19 en Bogotá
- Según el Boletín Epidemiológico del INS, Bogotá registró 67 nuevos casos de COVID-19 entre el 7 y el 13 de septiembre de 2025, lo que representó más del 50% de los casos nacionales en ese periodo (131 casos).
- El acumulado nacional al 13 de septiembre fue de 6.229 casos en lo que va del año, con un aumento del 6,8% en contagios y 8,2% en hospitalizaciones.
- Aunque el INS calificó el repunte como estadísticamente significativo, el Ministerio de Salud negó que exista una alerta epidemiológica oficial, y llamó a la calma, aclarando que los picos son comportamientos estacionales propios de los virus respiratorios
- Advertencia de la Cruz Roja Internacional sobre crisis humanitaria en Colombia
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió el 31 de julio de 2025 que Colombia podría enfrentar su peor crisis humanitaria en una década. Según esta organización internacional las causas principales son:
- Aumento de enfrentamientos armados entre grupos ilegales y la fuerza pública.
- Incremento del uso de explosivos: 524 personas heridas o muertas entre enero y mayo (70% civiles, incluidos 56 menores).
- Confinamiento forzado: 85.760 personas en 13 departamentos (aumento del 169% respecto a 2024).
- Desplazamientos masivos: 58.160 personas desplazadas (incremento del 117%)
Cuenta de Alto Costo advierte sobre el panorama del cáncer en Colombia
En el país, las cifras del cáncer evidencian un incremento sostenido en su incidencia. Hasta el 31 de octubre de 2024, se registraron 651.589 casos prevalentes, mientras que, en el periodo comprendido entre el 2 de enero de 2023 y el 1 de enero de 2024, se notificaron 62.000 nuevos diagnósticos, lo que representa un crecimiento del 5,41% frente al año anterior. De estos, el 93,83% correspondió a cáncer de tipo invasivo.
El análisis por género muestra que las mujeres representaron el 56,40% de los casos invasivos nuevos, con una mayor incidencia en cáncer de mama (26,34%), colorrectal (6,80%) y cérvix (6,50%). En los hombres (43,60%), los tipos más frecuentes fueron próstata (25,90%), colorrectal (7,68%) y estómago (5,31%).
El comportamiento de los tumores sólidos priorizados en 2024 presenta un panorama mixto. De acuerdo con datos del Ministerio de Salud y Protección Social, se registró un aumento en la detección temprana de cáncer de mama, estómago y melanoma, un factor clave para mejorar las tasas de supervivencia.
Sin embargo, estos avances en el diagnóstico no se tradujeron en un acceso oportuno a los tratamientos. Se reportó una disminución en la oportunidad de atención para la mayoría de estas enfermedades, afectando tanto a los afiliados del régimen contributivo como del subsidiado. El único caso con una leve mejora fue el cáncer colorrectal en el régimen contributivo.
En 2024, se evidenció una reducción en el tiempo de acceso al tratamiento para la mayoría de las neoplasias hematológicas, lo que representa un avance significativo en la atención oncológica. Sin embargo, la leucemia mieloide aguda fue la excepción, ya que no mostró mejoras en la oportunidad de inicio del tratamiento en comparación con los datos de 2023.
Datos y tendencias.
La tendencia general muestra un incremento sostenido en la prevalencia de las principales patologías de alto costo. Por grupos de enfermedades, los datos y tendencias son los siguientes:
- Aumento del 22,3% en la prevalencia de cáncer invasivo, con un preocupante incremento del 14,6% en cáncer de mama, pese a una ligera reducción en nuevos casos.
- El sistema cardiovascular y sus enfermedades continúan liderando la carga de mortalidad en el país, y aunque no detalladas extensamente en este informe, siguen siendo una categoría de vigilancia prioritaria.
- El sistema de atención a personas con VIH muestra signos críticos de retroceso: la cobertura de TAR cayó al 80,3%, el punto más bajo en cinco años, acompañado de un alza en la mortalidad.
- En hemofilia, los indicadores de evaluación interdisciplinaria y acceso a odontología muestran rezagos estructurales, en especial en regiones como Caribe y Amazonía-Orinoquía.
Estos datos no son únicamente sanitarios, son también síntomas de fallas sistémicas: en la planeación territorial, en la gobernanza clínica, y en la ejecución de políticas públicas eficaces y sostenibles.
Gestión del riesgo y acceso a servicios
Se identifican importantes brechas y desafíos. Para hemofilia se observa una disminución en los resultados de evaluación por equipo interdisciplinario, siendo odontología el servicio con menor acceso. En el caso del VIH hubo un descenso preocupante en la cobertura de la terapia antirretroviral (TAR) desde 2021, alcanzando su porcentaje más bajo en 2024 (80,38%), este y otros indicadores dejan al país en un rango de cumplimiento bajo.
La variabilidad regional es otro hallazgo significativo. En hemofilia, todas las regiones mostraron incrementos en la prevalencia de coagulopatías, con Bogotá D.C. y la región Central superando el promedio nacional. La mortalidad general fue tres veces mayor en las regiones Caribe y Central. Respecto a la evaluación por equipo interdisciplinario, aunque ninguna región logró la meta (superior al 95%), se observaron incrementos en todas ellas, principalmente en Amazonía-Orinoquía y Bogotá D.C.
Para el VIH las regiones Central, Bogotá D.C. y Pacífica presentaron los resultados más bajos en cobertura de TAR. En cuanto a gestantes tamizadas para VIH, cuatro regiones lograron un alto cumplimiento, pero Caribe, Amazonía-Orinoquía, Central y Pacífica experimentaron un descenso en sus resultados, mientras que Bogotá D.C. mantuvo un desempeño bajo.
En síntesis, el informe revela un panorama complejo para las enfermedades de alto costo en Colombia, caracterizado por:
- Aumento generalizado en prevalencia e incidencia,
- Brechas persistentes en el acceso a servicios esenciales y profundas disparidades regionales.
Este breve análisis demuestra nuevamente que el sistema de salud colombiano se encuentra en uno de sus peores momentos, en todos sus aspectos estructurales y funcionales. La acumulación de problemas continúa en las condiciones financieras, de gestión, de capacidades, de prestación de servicios y de resultados en salud pública. En paralelo, la discusión de las propuestas de reforma no ha avanzado en los últimos meses, sin que existan soluciones eficaces a lo que sufren día a día los ciudadanos.
Reiteramos desde INNOS la invitación urgente a gobierno, aseguradores, prestadores de servicios, gremios y organizaciones sociales; a construir respuestas inmediatas a este panorama tan negativo.





